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lunes, 18 de noviembre de 2013

CALZADO TERAPEÚTICO


    El calzado terapéutico está destinado, en concomitancia con las plantillas ortopédicas que portan, al pie con trastornos patológicos y por lo tanto es un elemento curativo de la terapéutica médica. Elegir adecuadamente el calzado es una de las mejores inversiones que podemos hacer para nuestra salud. Un zapato mal ajustado puede originar alteraciones y malformaciones de los pies.
Cuando por motivos de corrección o compensación es necesario usar unas plantillas ortopédicas y las alojamos en un calzado normal, disminuimos considerablemente el espacio donde introducir el pie, oprimiéndole, causándole daño y dificultando la corrección. El zapato terapéutico debe prever el volumen de las plantillas para poder introducir el pie en su interior sin oprimirle ni causarle daño.
El calzado recibe a cada paso todo el peso del cuerpo del individuo. Por ello tiene que poseer un armazón que le impida deformarse. Ser flexible en ciertas zonas permitiendo la flexo-extensión de la articulación del tobillo y del metatarso, y al contrario, tener una cierta rigidez en otras, impidiendo los movimientos laterales de pronosupinación que dañan al pie y al tobillo. No ha de dificultar la libre acción muscular de la pierna y del pie, de modo que la excluya, lo que causaría una amiotrofia por inactividad .
   © Copyright Profesor Rafael San Martín Espinel.



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